Astronomía para todos
Astronomía Pre-Hispánica
OPINIÓN
  Ing. Leonardo Cova
Diario La Antena

En el artículo anterior hablamos un poco acerca de la ARQUEOSTRONOMÍA, en este hablaremos sobre la ASTRONOMÍA PRE-HISPÁNICA; ¿qué tanto sabían, conocían, los habitantes de estas tierras de nuestro Cosmos, del Universo, de nuestra posición en el espacio?

Desde un lejano pasado, al levantar su vista al firmamento, el hombre se ha confrontado con profundas emociones y al mismo tiempo con numerosas incógnitas que lo han conducido a su vez a la elaboración de toda clase de explicaciones, las cuales van desde emotivas leyendas hasta planteamientos racionales, avanzando siempre en el conocimiento del Universo. La belleza del cielo y su comportamiento han inspirado la inteligencia humana desde esas épocas remotas y gracias a ello ha penetrado las profundidades del cosmos. Sin embargo, el proceso en detalle de cómo el hombre llegó al conocimiento de los fenómenos ce lestes tiene que ver sobre todo con las características de cada sociedad. Por ser el firmamento tan diverso y vasto, los observadores de la antigüedad elegían para su estudio ciertos objetos celestes que tenían particular significado en el marco de su propia cultura. En el caso de Mesoamérica, con base en los vestigios culturales que hemos podido analizar se sabe que duran te varios milenios se observó cuidadosamente el movimiento aparen e del Sol, la Luna y varios planetas; también se identificaron algunas constelaciones y se observó la Vía Láctea y, además, se registraron eclipses, cometas e inclusive explosiones de supernova. Se debe tomar en cuenta que esta práctica observacional no se realizaba solamente como un mero ejercicio para asentar datos, sino que se trataba de una actividad que implicaba una estrecha relación con conceptos religiosos de la mayor jerarquía. De esta manera, en el cielo se reconocían diferentes deidades cuyos influjos podían afectar a todo habitante de la Tierra. El entender cómo se comporta el cie lo se convirtió en una especie de culto religioso valorado como de excepcional trascendencia en Mesoamérica. Además, derivado de este culto astronómico, fue posible desarrollar un elemento cultural fundamental para cualquier civilización: el calendario.

Las culturas prehispánicas no han dejado de enseñarnos y de inspirarnos, pero detrás de su avance tecnológico, está la observación que nuestros antepasados hicieron sobre sus astros. Contaban las edades de la luna, llevaban efemérides de Venus, conocían la recurrencia de los solsticios y los equinoccios, además de estudiar el curso de las Pléyades, otorgaron nombres a las constelaciones y registraban el paso de los cometas, entre otras cuestiones. La astronomía mesoamericana fundamentaba sus conocimientos en la observación a simple vista, apoyada por avistamientos nocturnos, hechos a través de telas reticuladas, varas cruzadas, así como la construcción de estructuras arquitectónicas que funcionaban como observatorios. La astrofísica indígena estaba estrechamente ligada con el ritualismo y la predicción mágica, puesto que se atribuían los fenómenos estelares a entidades religiosas, dioses y seres sobrenaturales que regían los destinos del universo. Gracias a la economía agrícola, el estudio de los astros floreció en Mesoamérica por más de dos mil quinientos años, puesto que las sociedades indígenas prehispánicas prestaban atención a los ciclos agrícolas, las temporadas de lluvia, los periodos de sequía, las fechas en que debían sembrar y cosechar, así como los cambios de estaciones.

Los incas, el imperio más grande de Sudamérica, fue una de las civilizaciones del antiguo Perú que más cultivó la astronomía. Ellos pudieron definir las constelaciones, estrellas, el cambio de estaciones, el calendario agrícola y más. La ciudad de Machu Picchu así como otras antiguas ciudadelas como Pisac u Ollantaytambo están alineadas geodésicamente. Algunas de sus más importantes edificaciones como el ‘Intihuatana’ representaban calendarios astronómicos. Hasta hoy es posible ver estas edificaciones en la visita a Cusco y Machupicchu. En realidad, aún es mucho lo que falta por investigar en este aspecto y en la actualidad científicos de diferentes partes del mundo han vuelto a mirar a América, porque sin duda, a pesar del saqueo realizado por los conquistadores europeos, se pueden descubrir muchas cosas más.

Palabra de la semana: ANTIMATERIA, materia compuesta por antipartículas que tienen la misma masa pero carga eléctrica opuesta a la de las partículas comunes.

Bibliografía: https://www.xataka.com.mx/  https://www.elsoldetoluca.com.mx/   https://www.boletomachupicchu.com/ Astronomía para Dummies, Stephen P. Maran, 2012. Traducción: Marta García Madera.